Todos los universos paralelos
entrelazados en el mimbre del presente,
palpitando al unísono los tímpanos
que salpican de silencio el lienzo.
¿Quién pudiera saborear toda la miel
que elaboran las abejas del anhelo?
No somos ni un uno por ciento
de los pájaros que atesorábamos.
Guárdame en un tarro de mermelada sin lavar
toda la saliva que segregaste para mí.
Tus rizos pudieron ser planchados y no.
¿Qué será de aquel camino
que decidimos no tomar?
Nunca tuve fe en las ciencias duras;
me quedo con la maleable certeza
que recolecta el cazador de sueños
en el colchón de los enamorados perpetuos.
Ahora sé que luego ya pasó.
A ver quién se atreviera
a palpar lo que no pudo ser,
a mamar de los pechos
de la Pacha Nada
hasta saciar la sed de leche helada
en el recuerdo de un futuro
que tuvimos enjaulado
en la nube más alta alejada del deseo.
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lunes, 13 de junio de 2016
domingo, 12 de junio de 2016
Huecos pareados
Ya habíamos incendiado las calles
cuando llegaste con el queroseno.
Yo tenía diez saquitos de ceniza
y una horma menos en cada zapato.
Los lobos echaban de más a la luna
y las luciérnagas eran gusanos.
Letanía de la noche era la luz irisada,
blanca estrella dolida de paz en tu pupila.
Tú estabas rezagada en mi hueco
y no alcanzabas a ocupar el tiempo pasado.
Tenías cinco kilos de ramaje en la boca
y yo afilaba el sable süave en la linde.
Mi dedo curvo era la huella en negativo
del nacedero de tus ingles silvestres.
Mil abejas como segundos zumban
a esas horas cerca de la cara.
Ahora lamo las moléculas aromáticas
que moribundas cantan cisnes en mi piel.
Ayer era hoy por la mañana casi siempre,
ya sucedió lo que vendrá esta tarde luego.
Vamos a reforestar las calles antes
de arrasarlas con las llamas que tejemos.
Vuelve a hendir en mi regazo tu hueco
pero no alcances a ocupar el tiempo futuro.
cuando llegaste con el queroseno.
Yo tenía diez saquitos de ceniza
y una horma menos en cada zapato.
Los lobos echaban de más a la luna
y las luciérnagas eran gusanos.
Letanía de la noche era la luz irisada,
blanca estrella dolida de paz en tu pupila.
Tú estabas rezagada en mi hueco
y no alcanzabas a ocupar el tiempo pasado.
Tenías cinco kilos de ramaje en la boca
y yo afilaba el sable süave en la linde.
Mi dedo curvo era la huella en negativo
del nacedero de tus ingles silvestres.
Mil abejas como segundos zumban
a esas horas cerca de la cara.
Ahora lamo las moléculas aromáticas
que moribundas cantan cisnes en mi piel.
Ayer era hoy por la mañana casi siempre,
ya sucedió lo que vendrá esta tarde luego.
Vamos a reforestar las calles antes
de arrasarlas con las llamas que tejemos.
Vuelve a hendir en mi regazo tu hueco
pero no alcances a ocupar el tiempo futuro.
martes, 7 de junio de 2016
Disculpa
Quedas disculpada
y te devuelvo el sol.
Aunque ni yo tan Alejandro
ni tú tan
cínica.
Es cierto,
el mismísimo Zenón hubiese esperado por ti,
arriesgándose al chasco
pero por ahora prefiero no tener nada que perder.
Inspiró, es cierto.
Cientos de musas del Olimpo
cortejan desde entonces mi ventana con sus arpas
regalándome los acordes con que conquistarte
pero yo
subo cada vez más el volumen del silencio
y pierdo los bolígrafos
por miedo a terminarlos.
Expiró. Aunque no tan cierto.
Expiró aquel momento
y nacieron cientos de argumentos
para mantener con más que vida
nuestro tiesto.
Sería divertido,
bañarse juntos cada día en un río distinto
pero en la misma orilla.
Sería lo suyo
desplazarnos lo más rápido para frenar el tiempo,
sería lo nuestro.
Es cierto,
las sirenas cantan desde islas prohibidas
y los argonautas que comparten mi viaje
han olvidado el rumbo también.
Pero yo no tan Jasón,
joder,
y tú tan
Medea.
¿Adónde quiero llegar?
-A veces yo tan Anaxágoras-:
Es cierto,
lo único cierto es lo que tenemos delante,
lo siguiente es fantasía
y lo anterior está contaminado.
Pero ni yo tan poeta
ni tú tan
poeta.
Todos necesitamos al menos una balsa en[ ]cubierta antes de
[zarpar.
[zarpar.
Sería divertido
romper las reglas y saltar por las casillas
sin tirar antes los dados, invocar a Baco
y jugar contigo
y tú
conmigo
y juntos contra el mundo
pero…
Disculpa,
he vuelto a hacerlo.
Y, aunque mi sombra es también tuya,
te devuelvo el sol.