No contaba contigo.
No contaba con tu canto
ni con que tus notas
me apartaran de la ruta.
No contaba con tu cuento,
con tus títeres efímeros,
no contaba con la risa
anclada a la cometa de mi niño.
No contaba con el laberinto cristalino
de tus ojos felinos
ni con el hilo infinito de conversación;
estanterías eternas de volúmenes en blanco.
No contaba con tu aroma de iridio;
dura droga de la tierra
que eleva mi espíritu.
No contaba con tu quinta marcha
al acercar mi cuello
al abismo adicto de tus fosas
ni con la catarata blanca desbocada
alimentada de las cumbres nevadas
de mi lengua en celo
al filo de tu beso prohibido.
Y no puedo contar contigo
ni cortar tu contrato exclusivo
con el ente que te da calor de nido.
Yo sólo soy sendero de dudas,
amor auténtico de fino vidrio,
aventura sin coraza ni horizonte fijo.
Sólo soy amor puro sin tiempo,
amor eterno sin palabra,
amor en fuga que te espera
con los hilos cosidos a tu cometa
en un escenario itinerante.