El nudo que entrelaza
tus ojos y los míos
no se deshace ni con los dientes,
¡joder!
y la luna no deja
de dibujar tu cuerpo
en cada reflejo
y me miro, te miro, te miras
nos miramos
y las miradas fornican como locomotoras en celo
y tu boca es una avispa camicace cargada de veneno
y mi labio superior
tiene cuatro corazones taquicárdicos
que palpitan para no parar de percibir tu parpadeo.
Que tus pestañas son pistilos
polinizados de polvo de estrellas
y mi nariz
es una abeja obrera en primavera.
Pero tú,
intoxicada de prosa,
quieres, sencillamente,
echar un polvo,
y yo,
intoxicado de celo abierto,
acepto el acuerdo.
GENIAL Suso! Que gusto da leerte. :)
ResponderEliminar<3
ResponderEliminar