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viernes, 24 de abril de 2015

Ahora dudo

He derramado mi néctar sobre ti.
Ahora fumas.

Yo consuelo a las cortinas
y dejo que el humo se entalle en los rayos.

Tu olor eclipsa los colores,
tus ojos alimentan agujeros negros,
tus rizos mojados enredan al tiempo
y todo es más lento
y yo desciendo hacia tu cuello
como un coro de nenúfares drogados.

Todo es oro,
los minutos bailan tango en tus piernas,
todo es todo,
susurro en el proscenio de tu nuca
cierro el telón de tu siempre.
No sé si lo que exhalas en mi boca
es antídoto o veneno.

Ahora dudo.

Todo se va oscureciendo,
mi piel se espina al paso de tu dedo,
el oxígeno se torna plomo,
todo es demasiado.

Yo rebusco realidad entre las sábanas,
el brillo de tus ojos me deslumbra
y mi futuro se empapa de luz.

Ahora fumo 
y dejo que el humo me talle su sello
y las cortinas me pidan viento.

Ahora sueñas.
Has derramado tu ambrosía sobre mí.

lunes, 20 de abril de 2015

Mi vida idílica contigo

Me gusta imaginar
mi vida idílica contigo.

Cabaña de paz y juncos,
cortinas que se difuminan
con la espuma de las olas,
remanso remoto sin horas
ni espacio para el tiempo.

Me gusta imaginarnos
en esa felicidad perpetua,
tendidos al sol
de la primavera eterna,
recordando este presente
en que no hallábamos descanso.

Me gusta imaginarnos
en ese hipotético futuro
echándonos de menos ahora,
muriéndonos de pena
por no tener nada por lo que morir,
matando los mosquitos y las tardes.

Me gusta imaginarnos
en ese fin hacia el que remamos,
ya sin callos en las manos,
ya sin barco ni camino.

Me gusta imaginarnos recordándonos.
Me gusta imaginarnos tristes,
recordándonos felices.

martes, 14 de abril de 2015

Continuamente

Todo mengua. Todo crece. Continuamente.

El universo, el mar, la luna,
el acero, el amor, el tiempo.

Todo crece.
Toda lágrima será caudal,
después océano, será gas
y luego lluvia cálida,
nieve, hielo y trago lleno.

Todo mengua.
Toda carcajada será eco sordo,
será rabia desnuda, silencio de sol
                                               en la persiana.
Toda caricia puede llegar a ser
                                               cosquilla,
toda compañía, vacío.

Todo mengua y crece por estar vivo.

Así pues no busques la paz;
trata de ser parte del equilibrio,
                                               continuamente,
disfrutar el esfuerzo de subir las escaleras,
gozar el placer de descender el tobogán,
ser parte del ritmo
y respirar al tempo del presente.