Tenemos tiempo.
Tenemos luciérnagas bajo la piel,
un farol en el pecho
alumbrando
el camino
tres lunas nuevas en la pena
y minutos guardados en el cajón
para
gastar en este instante.
No es tarde,
tenemos noches por delante
y mañanas de montaña por subir,
tenemos el cansancio propio
del que
arriesga la guerra
por encontrar un remanso
de
maremotos brutales
a
la hora de la siesta.
No es tarde
y por eso estamos despertando antes.
Tenemos espacio,
no ocupamos más que todo el hueco
que no
le pertenece ni al viento,
nos expandimos sigilosos,
desocupando cada rincón que conquistamos.
Tenemos tiempo,
tenemos todas las promesas
amordazadas
en el sótano
y un eterno compromiso interno
con el
silencio nutritivo de los actos.
Tenemos tanto por lo que luchar
que hemos desmontado ya los rifles
para hacer esculturas de paz,
arrojado al barranco las balas
y tomado las armas
que la naturaleza nos prestó.
Tenemos horas, días y semanas
por
delante
y por eso hemos empezado ya
a desbrozar el prado del pasado,
estamos quemando los muebles,
desarraigándonos del barrio,
estamos desapegándonos de la placenta,
abriendo bien los ojos y las piernas
para
recibir el calor y la yaga del sol,
sin caparazón,
nutriendo
con dolor las alegrías.
Tenemos un sinfín de fotos que no hacer,
por eso no posamos sin querer cuando no toca.
Estamos aprendiendo a olvidar lo inútil,
recordando para aprender la esencia,
deseando prender la mecha
para deforestar el bosque de vacío material
y arrasar el almacén de estorbos decorativos.
Tenemos la necesidad de no necesitar
más de lo que ya tenemos,
nos hemos puesto a elaborar el ahora
para tener más luego.
Nos hemos deshecho ya de los disfraces,
no tenemos nombre ni registro
ni bandera ni reglas ni contratos
hemos desenraizado las ideologías
para plantar semillas de
sencillez
y regarlas con la naturalidad
del agua de lluvia.
Tenemos tiempo de parar a descansar,
por eso no vamos a hacerlo todavía.
Tenemos todo el tiempo
Qué bonito eres cuando eres, joder.
ResponderEliminarMe gusta esa recurrencia con la hora de la siesta. Hay algo paralizado en tu poesía, pero no de espanto sino de dulces certezas
ResponderEliminar¡Muy buenas!
Un remanzo esperanzador ,un alma gemela y te das el tiempo,entre susurros de melancolía y temblores de incierto pasados ,inquietudes existenciales ,bien
ResponderEliminarMe encanta que tengamos tiempos.
ResponderEliminartenemos tiempo para gastar como no tenerlo para vivir en medio de un mundo que quiere robarnos el poco y mucho tiempo que necesitamos, es sencillo mirar el presente cuando tu pasado ya no hace parte del dolor en la construcción de un futuro tal ves incierto, dentro de un sistema de opresiones del alma, que hoy rompemos con la hermosa poesía que nos regala la vida al respirar cada día, susurrándonos al oído que tenemos tiempo para seguir viviendo aun cuando sintamos estar muriendo.
ResponderEliminarTenemos luz , tenemos alma por la q crear momentos de colores.Sin apenas coger pinceles , creamos multitud de pasos en el tiempo . Con la razón de q siempre existiremos, cnd el aire sople los segundos de nuestro espíritu libre.
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