He saciado mi sed
con
tus cascadas,
ahora contengo lluvias perpetuas
que saciarán la sed
de
tierras yermas,
que darán de beber
a otras
gargantas
sedientas
de mis aguas,
pero no sabrán que son las tuyas,
almacenadas largo tiempo
en
mis presas,
adornadas de mi aroma
pero nacidas de tus cumbres,
no sabrán
que al desembalsamarlas
en
sus caras,
acabaré por estar seco,
alejándome de sus lagunas,
y buscaré tu oasis de nuevo,
en un
desierto que sí es mío,
para volver a saciarme
hasta
un infinito
cercano.
Decía Batania 'el agua llegará, lo importante es que no se acabe la sed' y se acabó. Ya llegarán los días de verano.
ResponderEliminarY ojalá escucharte contando esto. Ojalá escucharte pronto, majo.
Sin palabras.
ResponderEliminarPerfecto,intervalos de paz y remansos para ti,
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