martes, 14 de octubre de 2014

Tanto que decir

Paladean las palabras el vino del momento,
teclean los dedos, la imaginación se despereza.
Martillea mi conciencia la tinta acumulada,
tanto que decir, tanto que callar.

He llorado nubes de todos los colores
pero las plantas de mis pies siempre tienen sed.
Me dicta el viento doce poemas al tiempo
y mastican, sin mezclar, mis pupilas cromatismos.

Quisiera hablar de ti
y de ti, y de ti también
pero tengo tanto que decirme a mí.

Soy ese ratón sin ruedecita en la jaula,
sin queso al final del laberinto de mi literatura.
Soy ese esquimal mal acostumbrado al frío,
ese jinete con lumbalgia, ese poeta sin luna.

He reído solo todos los saleros posibles
pero el cielo siempre trae más nieve a mis bordillos.
Pedalean las palabras el monociclo del presente,
tanto que decir, tanto que decir.

Quisiera hablar de ti también,
y de todo lo que me orbita
pero tengo tanto que callarme.


1 comentario:

  1. Poeta sin luna
    y bien parece que la tuvieras de musa.
    Sécate bien el pelo de la lluvia
    no vayas a acabar por confundirlo con lágrimas.
    Un besito y gracias.
    Por los tantos.
    ^^

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