lunes, 15 de diciembre de 2014

Ahora saltas

Ahora saltas
desde la azotea de mis entrañas
y me cierras en canal.

Ninfa juguetona,
                indolente meiga seductora.

Lluéveme los cristales
                de tus desprecios.

Acaríciame las dunas
de la cara desgastada por el sol
y refléctame
                la luna
en las ventanas sin cortinas
en que espero,
                fumando,
a que vuelvas a subir corriendo
                para no saltar jamás.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Asurancetúrix cualquiera

Era un Asurancetúrix cualquiera
en una aldea cualquiera.

Aunque sí que procuré
que comprendieran mi arte,
no siempre
fui uno más.

Solitario, con mi arpa en el sobaco,
me hice una casa en un árbol
y allí aprendí a volar.

Poco después,
harto de tanto puntapié,
volé.

Soy un Asurancetúrix cualquiera
en Roma.
Hay muchos Asurancetúrix cualesquiera
venidos de todas las aldeas del mundo
en Roma.

Todos procuramos
que se comprenda nuestro arte,
aunque no siempre queremos
ser uno más.

Solitarios, con nuestro arpa en el sobaco,
nos hacemos, como podemos, casas
en los pocos árboles que quedan
y allí aprendemos a olvidar volar.

Poco después,
frustrados de tanto lastre,
caeremos.

Seremos unos Asurancetúrix cualesquiera
en cualquiera de las aldeas del mundo
y aunque procuremos lo contrario
la incomprensión será
lo que nos salve
de ser uno más.

viernes, 5 de diciembre de 2014

La manivela del desastre

Gira la manivela del desastre.
Gira y genera
una hecatombe tras otra en las sombras.

Los gatos no bajan de las copas
y la ropa no sirve para ser otros.

Gira sola la manivela,
ya no hay quien pare la inercia.
Se desmorona el mundo material.
Las cicatrices serán lo que nos salve,
la pureza sólo es pura cuando sobrevive a mil batallas.
Se desmorona.
Ahora serán juzgados los delitos trascendentes,
serán absueltos los marginados.

Gira y gira y gira,
desencadenando luz,
la manivela del desastre.

Ya no sirven los disfraces.
Caen las torres, las estatuas de porcelana y las banderas.
Salen de los sótanos
las ratas infectadas de fe
a conquistar las azoteas.

No han quien lo pare. Gira y gira.

Se desmantela el tablero,
            los hoteles y las casas
                                   vuelven a la caja.
Miles de mentiras confesas
fusiladas en los ayuntamientos
y las pocas mentiras que consigan escapar a la montaña
morirán de inanición y pena
pues sólo la verdad
                        será perseguida. Gira, gira y gira
la manivela del desastre.

Se destrozan los esquemas,
es preciso quemarlo todo
                        para reforestar,
es preciso el caos,
reventar las membranas que nos oprimen
salir de la matriz,
respirar con dolor la realidad,
gritar y extirpar la oscuridad
y luego
sólo amar.

Girar la manivela que crea el desastre
            a través
de la belleza que desgasta los cánones hasta el núcleo,
la manivela que crea
            a través de la destrucción,
la manivela que cree.

Caerán las cúpulas y las túnicas,
caerán los herejes que comercian con espiritualidad,
caerán los blasfemos que se hacen llamar Dios,
caerán las coronas y las corbatas
porque gira
            en una aceleración constante,
                        al ritmo del latido de la tierra,
la manivela del desastre.

El arte clandestino y de intestinos
arrastrará a las masas y apartará las máscaras mediocres.

Está naciendo un mundo nuevo,
debemos salir de la matriz
para estar dentro.

Porque gira la manivela del desastre de lo establecido,
el desastre de los centros comerciales y las farmacéuticas,
la manivela desbrozadora de cerebros.

Hemos de construir el caos,
salir de la matriz
                        y dejar de hacer vibrar al odio,
girar con naturalidad la manivela
                        y dejar de hacer vibrar al miedo.

Está naciendo un mundo nuevo
y no tiene nada que ver con nada que conozcas
y tiene todo que ver con todo lo que sientes.
Todos están pulsando ya el reset
y cuando la última espiral de caos
                                   llegue al último rincón
mejor será ser luz.
Los caparazones sólo servirán para quedarse a la intemperie.

Está girando,
debemos salir para estar dentro,
abandonar lo viejo, quemar lo muerto,
salir de la matriz
y empezar lo nuevo y resucitar lo vivo.