jueves, 5 de abril de 2018

Soneto sin retorno

A mí no se me saltan las costuras por estirarme a por la fruta,
estoy cosido con hilos elásticos y tengo telas de estelas de luz.
Sácame los clavos de tu cruz y colócate esta sílaba seca en la nuca,
no tengo tiempo para tu sermón de templo muerto, soy solo azul
brillo de silicio solicitando hueco en un tímpano huérfano de eco.
Sólo soy abandonado grano de supernova abonado al eterno retorno
y como no vuelvo nunca, siempre avanzo abocado al precipicio,
tomo lo que no es de nadie y hago mi hogar en cualquier sitio.
Amo con todo lo que tengo que es un ancho ahora sin adorno,
fúmame hasta el fondo en la primera calada y no me acabo.
Musito sonetos sin norma en el letargo de los poetas sin luna,
en el silencio de la licencia ilícita para jueces electos sin sur.
Soy solamente súbdito del sol salido del horizonte de mi trono.
Amo sin rever pero irreversiblemente en un presente sin principio.

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