Éramos héroes del amor, éramos ídolos.
Hicimos de la incertidumbre un cesto de cerezas,
de las despedidas un festejo de sol y nuevas cosechas.
Éramos fieras heridas de dudas hambrientas de calor
y dimos caza a la presa a la luz de la luna más nueva.
Éramos héroes del amor romántico no escrito.
Hicimos de la conexión astral la ley y los teoremas,
hicimos humo en hogueras de palabras húmedas
que se coló por el hueco de nuestra casa sin techo.
Hicimos del pálpito el camino a machete por la selva.
Éramos héroes del amor puro, éramos Dios.
Éramos héroes y hacíamos historia siendo ahora.
Éramos guerreros a favor sólo de todo lo que es amor.
Hacíamos del miedo piedras para romper los vidrios
que el miedo instala entre nosotros si no nos vemos.
Éramos héroes del amor, éramos ídolos.
Y no importa si ganamos o perdimos la guerra y la paz.
Éramos héroes y lo fuimos, lo seremos y lo somos.
Somos héroes del amor invicto porque nunca nos rendimos.
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