Es difícil deshacer el bordado de la piel.
Hilo a hilo
desdibujando las rosas,
los nombres, las hostias.
Hilo a hilo
tirando, sacando,
manchándolo todo de sangre.
Hilo a hilo
hasta que no quede nada.
Entonces se ve todo:
Heridas con forma de rosas,
de nombres, de hostias.
Es difícil soportar el dolor
y desinfectarlas.
Una a una
hasta que sólo queden cicatrices
con forma de rosas, de nombres,
de hostias,
cicatrices imborrables
que persisten pese a todo.
Es difícil deshacer lo deshecho,
olvidar
lo que nunca sucedió.
Maravilloso. Te he sentido en mis heridas, en mis cicatrices que no quieren llegar a serlo.
ResponderEliminarme ha gustado mucho tu trabajo, hermano poeta
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