Amémonos de verdad.
Sin tiempo, sin repudio,
sin témpanos de orgullo en
el techo,
sin techo, sin pisar el
suelo,
sin prisa ni frenos ni paz.
Verdámonos de amor.
Seamos lo que somos ya,
evaporando el pasado
sin la seguridad del luego,
sino con el fuego que
tenemos.
Armémonos de amor.
Disolvamos los ejércitos,
ganemos los dos, pierdo yo,
disparemos con los poros
proyectiles invisibles de
mimos.
Amémonos de amor.
Sin palabras llanas, sin
poema,
con el sí, sin la
necesidad,
abalancémonos de nieve
desnudos de calor material.
Armémonos de verdad.
Como si sólo fuera cierto
lo que sentimos al olernos,
como si todo lo demás
fuera holograma de la
mente.
Comámonos como animales.
Animemos como comas el
verso:
.con con, sin sin,
con todos esos puntos
finales
que deja siempre al
principio del texto
…suspensivos...
el amor de verdad.