miércoles, 18 de abril de 2018

Las aves

Mira cómo vuelven las aves que vimos ir juntos,
mira cómo vuelven y no te traen a ti con ellas,
mira, pero ven a mirar cómo vuelven desde aquí.

No mires cómo vuelan de allí sin mí ahora,
no mires cómo vuelan desde allí las aves que vimos ir,
no mires porque entonces las aves van y nunca vuelven.

Pero ven a mirar cómo vuelven desde aquí,
verás que ya no se van más si nos llevan con ellas
porque si no vienes, voy a verlas ir de aquí sin ti después.

Si me llevan con ellas, las veremos llegar juntos.

Mira cómo vuelve lo que nunca se fue con ellas.

No mires cómo se llevan con ellas lo que no tuvimos antes.

viernes, 6 de abril de 2018

Huyendo


Tanto tiempo huyendo que olvidé de qué.

He sacado del armario los zapatos nuevos
para redecorar la desnudez nómada,
me las arreglo para llenarme de objetos
y rompo todos los ojos que no toco.
No me digas nada de mi herida
si ves que no la miro,
llévame conmigo a un lugar en que no estemos.

Veo ramas de lo que fue un bosque
tras de mí, y delante las tinieblas de la selva.
Déjame florecer tranquilo
mientras desaparece el brillo niño.

No tengo más pétalos y fui jardín.
Las espinas están secas y no pinchan.

Tanto tiempo persiguiendo que no recuerdo el qué.

Ya sólo voy hacia delante sin preguntar por qué.

La nube que me sigue no sé si es gris
pero siempre está a la misma distacia.
No me persigue si me paro.
Amo sentir el aliento de la lluvia detrás
y abandono ramos frescos de mí
en los brazos de cualquier amante fértil
para aromatizarme de inmortal.

Ya sólo pienso en lo de atrás y avanzo sin mirar.

Me espera medio mustio todo lo que dejé
pero no hay tiempo para recordar quién ya no soy.

Paro en medio del camino para pastar
la hierba seca que será regada después de pasar.
Me detengo en el lugar del movimiento
para verme sobrepasarme, dejarme marchar
y ser yo quien persiga lo que seré:
eso que nunca logro recordar qué es.

jueves, 5 de abril de 2018

Soneto sin retorno

A mí no se me saltan las costuras por estirarme a por la fruta,
estoy cosido con hilos elásticos y tengo telas de estelas de luz.
Sácame los clavos de tu cruz y colócate esta sílaba seca en la nuca,
no tengo tiempo para tu sermón de templo muerto, soy solo azul
brillo de silicio solicitando hueco en un tímpano huérfano de eco.
Sólo soy abandonado grano de supernova abonado al eterno retorno
y como no vuelvo nunca, siempre avanzo abocado al precipicio,
tomo lo que no es de nadie y hago mi hogar en cualquier sitio.
Amo con todo lo que tengo que es un ancho ahora sin adorno,
fúmame hasta el fondo en la primera calada y no me acabo.
Musito sonetos sin norma en el letargo de los poetas sin luna,
en el silencio de la licencia ilícita para jueces electos sin sur.
Soy solamente súbdito del sol salido del horizonte de mi trono.
Amo sin rever pero irreversiblemente en un presente sin principio.