viernes, 3 de agosto de 2018

Tiempo y verbos


Tiempo.


Tengo poco tiempo.
Tengo sólo tiempo.
Tengo tiempo y verbos.
Tengo tiempo y verbos y tiestos y sol.
Tengo verbos que han de ser contenidos en verbos.


Tengo porros.

Tengo verbos presos en estos dedos técnicos.
Pero sólo ansias de libertad tengo
pero
no hay          .

Tengo huevos para decir lo que quiero.
Tengo lectores en el hombro cuando escribo.
Tengo censores en el trasero cuando excreto.


Tengo poros.

Basta de ocultar esta sombra que me aturde,
masacrada mi cabeza pide tregua entre sangre,
y esta tristeza nace para poder morir durante:

No tengo contacto con el exterior ni con adentro.
No tengo motor ni trono ni ton ni don ni son ni luz.
No tengo ni lo que poseo ni voz ni red debajo ni paz.

No tengo mucho tiempo.

Sólo tengo tiempo y verbos para averiguar el todo,
la parte es esta pena hecha de yerba seca que no pasté.

Sólo tengo sollozos pero no lloro, no gozo, no como,
amo sin amarme y me amo sin amar y muero un poco.

Loco por no tener nada que ocultar ni vocal prohibida,
loco por la vida que me agita y me hace danzar duro,
loco por el caos puro sin cortar
que me brota en las neuronas,
enamorado de esta espina,
de este aroma salvaje que me sale del centro
y me tira al monte a esperar depredadores.

Soy amante del espacio y desprecio al tiempo,
pero prefiero el recuerdo que la estatua,
prefiero el silencio que la paja,
prefiero los versos que avanzan.

Y me tiro al monte a buscar a quienes esperen,
para darles un verbo activo y un beso,
para que salgan a cazar a quien espere,
hasta que no quede gente en las paradas.

Me tiro al monte a compartir mis migas
aunque ya no tenga tiempo ni ganas,
pero tengo verbos y tiestos y sol y ya no espero.

Tengo sólo verbos ya.

Ya no tengo tiempo.

Dejo sólo espacio

y acción

en el silencio.