sábado, 13 de abril de 2013

Vamos y venimos


Así,
como de cualquier modo
he planificado y diseñado
mi propia historia de amor
en un minuto.

Salgo de casa
y me cruzo con la luminiscencia
de tu vestido naranja
que me invita a mirarte el culo,
y tus ojos,
que aún son dos desconocidos,
se han ido volando,
como por sorpresa
a los albores de mi vientre.
-¿vienes?
-voy.
Vamos.

Pasa el tiempo.
Vamos y venimos
pero nada pasa,
sólo el tiempo.
Entonces me voy
y te vas
y ya no vamos ni venimos.

Y pasa, poco después,
precisamente lo que debió haber pasado antes,
y te llamo:
-¿qué pasa?
-nada
¿Nada?
Empiezo a pensar que tú ahora pasas
pero me decido a dar el paso.
Y recorro tu calle día y noche
hasta que te encuentro
o tú te encuentras conmigo.
Nos miramos.
-¿Cómo te encuentras?
-Perdida
-¿Vienes?
Y nos fuimos
para siempre.

lunes, 8 de abril de 2013

Lobo en celo


Como un lobo en celo
me lanzo a la ciudad bañada por la luna llena,
buscando carne,
buscando que un pedacito de pan
se desprenda de unos ojos anónimos.

Como un lobo anémico
me lanzo a la noche inundada por luces inertes
y en ese baile de inanimadas estrellas
me estrello contra unos ojos antónimos a los míos
y me zambullo en el río
que cruza de esquina a esquina
este bar de Malasaña
conectando mi cordillera con su océano.

Su soledad, mi hambre,
las copas a mitad de precio,
el calor, el dominó de nuestra conversación,
el roce, la humedad, la dureza,
los centímetros, los milímetros,
la colisión de nuestros electrones en el aire, …
y de pronto,
como quien abre un cajón en el trastero de una casa perdida en un pueblo fantasma,
recuerdo la tormenta de tus ojos
y escapo del bar,
y recorro la ciudad,
que ya es un desierto empapado de sol,
como un dócil perrito arrepentido,
con la luna entre las piernas.

viernes, 5 de abril de 2013

Ya no necesito


Ya no necesito
la metadona que me dan las jeringuillas ajenas,
porque tengo tu heroína.

Quiero compartir contigo
la aguja, la goma y la cuchara,
quiero compartir el turulo y el papel de plata,
el mono, la gripe, el SIDA.

Ya no necesito
cursillos acelerados de retórica
            para seducir a musas,
ni cortejar con posturitas policromadas
a las damas aladas que danzan con plumas
en las discotecas.

Ya no necesito
rebobinar las manecillas
            para resucitar las horas muertas
sino minutos nonatos
            para navegar contigo al infinito
y que los medios sean siempre un fin.

Ahora lo que quiero
es operarte a corazón abierto
violarte salvajemente
            bajo tu consentimiento
y sentir que siento la necesidad
de no necesitar más
            que saciar tus necesidades.

jueves, 4 de abril de 2013

Los poetas existimos


Los poetas existimos para sufrir,
es nuestro sino.
Yo lo asumo y, como tal,
me lanzo a trazar palabras desdibujadas
empapadas de una tristeza marina.

Yo pude haber sido escultor
y me la sudaría.
Podría haber sido pintor
y me la sudaría.
Podría incluso no haber sido
y entonces sí que me la sudaría.
Pero soy poeta, sufro,
luego existo.

Y la existencia me aprieta, me estrecha,
arruga las sábanas de la cama de la calma
y no me deja existir.
Cuanto más existo, menos existo.

Pero sigo,
sigo deslizando, sin pensar,
la punta del bolígrafo
como si se tratara de una tara
contradictoria y paradójica
apenas perceptible a primera vista.
Pues sobrevivirá el poema,
no el poeta.

Los poetas existimos
para no existir.

miércoles, 3 de abril de 2013

Tu incandescencia azul celeste


Tu incandescencia azul celeste,
tus ojos girasoles locos,
            (lunas devorando galaxias).
Tu boca supernova de hormonas,
tu espalda catarata de seda y vino tinto,
tu voz sobredosis de pica-pica,
            (violines respirando semifusas).
Tu pelo, tu pintura,
tu danza, tu música,
tu misterio desasosiego de la niebla,
tu incandescencia azul celeste,
tus exóticos rasgos selenitas,
            (humo blanco encadenando al caos),
tus ojos,
            faros de bombillas negras
                        iluminando esta bóveda de luz
                                   azul celeste
que se disfraza de ti,
que me disfraza de idiota
y mis palabras camicaces ciegos
            (nubarrones orinando Duralex)
te alejan de mí
            empapada de naranja.

lunes, 1 de abril de 2013

Complejidad barroca del folio en blanco


Tengo tiestos en las palabras
y librerías en las ingles
desde que te fuiste.
¡Oh, dolor agudo de tercio pelo!
¡Oh, desasosiego convulso de cementerio!

Estoy cansado de pasar el polvo
                anfetamínico
buscando moléculas de ti,
estoy cansado de dormir durante horas
y soñar continuamente con tu hueco.
Estoy seco
de pensar activamente en ti.

Ya no hay ofertas en el súper
ni cromatismos en la naturaleza.
Todos los días son martes 24 de Marzo
y las mariposas
arrojan cócteles molotov contra las sucursales de mis ojos.
¡Oh, soledad vacía de coliseo!
¡Oh, ironía macabra de catecismo!

Ahora
tengo tiestos en las palabras
y los riego religiosamente cada día
para crear un bosque
                en que perderme.
Ahora
tengo librerías en las ingles
abarrotadas de aburridísimos ensayos
                sobre la melancolía.
¡Oh, complejidad barroca del folio en blanco!

Y cuando estabas a mi lado,
sencillamente, oh, vil paradoja,
ni siquiera pensaba en ti.