miércoles, 8 de octubre de 2014

Ya lo he dicho todo

Y cabalgar contigo hasta que se acaben los caminos…

Ya lo he dicho todo
pero aún no he hecho nada.

Sigo desordenándome por dentro
a ver si así
descubro dónde colocarte.
Eres una luna con hocico de musa
y yo un violinista con metralleta;
podría interpretar mis mejores piezas para tejado
durante toda la noche
pero todas las estrellas
se darían por aludidas
menos tú.
Tienes pies de helio
y las briznas de césped se estiran a tu...
Paso.

Ya lo he dicho todo
pero aún no he prometido nada.

Sería lo más fácil:
rasgar por la mitad mi vida,
abandonarlo todo,
cumplir promesas,
            una tras otra,
y despejar la niebla del futuro.
Es cobarde no prometer nunca
pero también es cobarde no saltar sin comprobar antes el paracaídas.
Sólo puedo empeñar el presente,
emplear el ahora y prometer hasta las doce.
Fuimos tan inmortales
como todo lo que dura el tiempo justo.

Ya lo he dicho todo
pero no pretendo embriagarte con palabras de garrafa.
Aún no hemos hecho nada
pero lo cambiaría todo por volver
a aquel sofá destartalado, el sol de naranja y los semáforos en rojo,
entrar en la fotografía y no soltarte.
Ya lo he dicho todo
pero tengo todo por contarte.
Cambiaría incluso lo que aún no he dicho,
lo cambiaría todo por volver
y, una vez allí, no cambiar nada.

No se debe decir todo
pero echaba de menos mi sonrisa.

Ahora sólo tengo la infinitud del presente
para compartir.

No se debe decir nada.
Hay que hacerlo todo.

Y cabalgar contigo hasta que se acaben los caminos…

7 comentarios:

  1. Que precioso leer ésto justo antes de dormir, después de un día con tan poca poesía. Siempre me encanta como escribes :)

    ResponderEliminar
  2. He vuelto a releer esta última entrada
    unas tres veces desde que la publicaste.
    Algo significa :')

    ResponderEliminar
  3. Chapó. Has dicho demasiado a mi entender, pero a mi me suele perder la boca, así que no te lo tendré en cuenta. Es un poemón. A ver si te juntas con Pedro Pastor y os hacéis una gira. Cuida esa pluma, el peligro de un blog es la presión por actualizarlo. Gracias por escribir. Un saludo.

    ResponderEliminar