domingo, 25 de enero de 2015

Deshacer el bordado

Es difícil deshacer el bordado de la piel.
Hilo a hilo
desdibujando las rosas,
los nombres, las hostias.
Hilo a hilo
tirando, sacando,
manchándolo todo de sangre.
Hilo a hilo
hasta que no quede nada.
Entonces se ve todo:
Heridas con forma de rosas,
de nombres, de hostias.

Es difícil soportar el dolor
y desinfectarlas.
Una a una
hasta que sólo queden cicatrices
con forma de rosas, de nombres,
de hostias,
cicatrices imborrables
que persisten pese a todo.

Es difícil deshacer lo deshecho,
olvidar
lo que nunca sucedió.

3 comentarios:

  1. Maravilloso. Te he sentido en mis heridas, en mis cicatrices que no quieren llegar a serlo.

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  2. me ha gustado mucho tu trabajo, hermano poeta

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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