sábado, 26 de enero de 2013

Y las horas pasando


Macedonia de tornillos y clavos oxidados
con leche condensada,
y un vasito de zumo de fregona natural
            exprimida a mano,
para desayunar.

Y las horas pasando como por joder,
mientras miramos las paredes intentando descifrar
de qué manera hemos llegado
a convertirnos en una rata más,
de las que odiábamos cuando éramos niños.

Y las horas pasando.
Y nada nos llena
porque hace tiempo que la avaricia perforó nuestro saco
y ahora pretende trepanarnos el cráneo.

¿Por qué una hora era más larga cuando éramos niños?

Y las horas pasando como putas,
mientras nos hacemos cuestiones intrascendentes
que consiguen llenarnos de lágrimas
            las solapas de los ojos,
y nos sentimos pequeños,
y quisiéramos acurrucarnos en los brazos de una madre,
pero las horas siguen pasando como locomotoras
y ya no tenemos madre,
tenemos un espejo que refleja a quien ha de defendernos,
y tiene miedo.

viernes, 25 de enero de 2013

Toca madera


Caracolas de titanio
con olas de aluminio
que se esconden en las cuevas de algodón
de las playas de plastilina de la apariencia,
y toca madera

Sopla esa flauta de hueso de aceituna,
chupa la pulpa de las maduras piedras
que dan los huertos adornados de amor
y toca madera.

Acuéstate
congelado,
y calienta la cama
y cuando más a gusto estés despierta
y haz la cama para deshacerla en la siesta,
si es que tienes veinte minutos para gastar
toca madera.

¿Tienes cinco céntimos en la hucha?
Cómprate un chicle,
no mastiques la moneda
y toca madera,
¿tienes cincuenta mil euros en el banco?
No te compres una casa,
para currar como una puta
y comer basura durante tres años,
sigue viviendo en tu chabola,
come basura como has hecho siempre
y tócate la entrepierna lo que te queda de vida.
Y piensa,
y toca madera para que no te roben el cerebro,
y cómprate una cocina de Fisher Price,
y toca madera
en sentido figurado.