“El próximo tren
llegará en 16 minutos”
No tengo más que
papel y boli
y demasiadas
palabras acumuladas.
Las personas se
hacen pasar por sí mismas
mientras yo
escribo avergonzado
de lo que me ha
tocado ser.
Ojalá tuviera
batería.
Me cuesta
desatascarme.
Llevo mucho
tiempo sin escribir,
por no hablar de
los días.
“El tren está
efectuando su llegada…”
en el andén de enfrente.
“El próximo tren
llegará en 11 minutos”.
Quizá no escriba
porque no saco tiempo.
Porque estoy
demasiado ocupado viviendo la vida,
en vez de hablar
de ella,
como debería.
Quizá paso
demasiado tiempo ante pantallas
que me anulan
y arrugan mis
palabras.
¿Cuánto léxico se pudre
por minuto ante la tele?
El andén de
enfrente está vacío,
el mío, sin
embargo,
está lleno de
personas que me observan
sin mirarme
–quizá una pequeña ojeada a mi cuaderno-,
me intimidan y
me dan argumentos.
Se me acaba el
tiempo.
“El próximo tren
llegará en 5 minutos”
¿Es que me tengo
que ver en estas para escribir?
Puta Comunidad
de Madrid.
Puto Metro de
Madrid.
Cada vez más
caro, cada vez más Vodafone,
cada vez menos
trabajadores,
cada vez más
minutos entre vagón y vagón.
Aunque
si no fuera por
esto,
todas estas
palabras seguirían acumuladas dentro.
Se me acaba el
tiempo.
Tengo que lucir
mi léxico;
alardear de las
cenefas de letras moribundas
que al asociarse
se tornan en…
“El tren está efectuando su llegada..."
en el andén de adentro.
en el andén de adentro.
Madrid. Quién sabe qué día de 2015.